Según el artículo original, al aprender y replicar predominantemente estilos populares y ampliamente aceptados, los modelos de IA suelen pasar por alto formas artísticas menos convencionales y dominantes, lo que conduce a una homogeneización de los resultados creativos. Este patrón no sólo disminuye la diversidad de estilos y expresiones, sino que también corre el riesgo de crear una cámara de eco de ideas similares. Por ejemplo, el artículo destaca el uso de la IA en el mundo literario. La IA ya está presente en las aplicaciones de lectura y las librerías en línea, ayudando a redactar y adaptar los contenidos. Al alinearse con las preferencias establecidas de los usuarios o las tendencias generalizadas, la producción de la IA podría excluir a menudo diversas voces literarias y géneros no convencionales, limitando la exposición de los lectores a todo el espectro de posibilidades narrativas.